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Herbarium
Joe Montesinos Illesca. Ciempiés, cuadernos de composición.
Lima, 2016.  

IMPRESIONES DE “HERBARIUM” 

 

“Me preguntó un niño: ¿Qué es la hierba?, trayéndomela a manos llenas.

¿Cómo podía responderle? Tampoco sé yo lo que es la hierba*”

 Walt Whitman

 

 


Significado: Libro en el que se describen las hierbas.
Objetivo: Antología de la obra poética de J. Montesinos.
Dos libros anteriores y uno inédito.
Concepto estético: Comparación arbórea, la intención es tener un estilo enraizado, crecido, y sobretodo fructífero del cual estos poemas son muestras. Hojas que caen y nos llenan de cloro fila. 
Composición: Cuatro partes:

Guardián de Acantilados: Siete poemas.

 

Desde el acantilado, el abismo onírico y la imaginación poética hacen visibles todas las impresiones.

Puede uno morirse para, luego, trozarse y esparcirse contagiando enfermedades a los niños, ser todo lo que uno nombra e, incluso, saber a ciencia cierta el secreto de la eternidad.

La misión del poeta es cuidar al lector.

Que vea con complacencia hacía el abismo, incitarlo a lanzarse, a caer (que es seguir leyendo) mientras fuerte sostiene su cabeza.
Tocando la lira con bastante elegancia el lector sueña y no se atreve a tirarse; aun cuando el abismo ya es harto conocido y hasta transitado. La música es el vehículo para descender el acantilado.

Las referencias occidentales (Beethoven, Dalí, Syd Barret) nos conducen a una poesía de aspiraciones hispanoamericanas, “universales”, diríamos, si se podría traducir la musicalidad de los versos con alta fidelidad.

Lo cual, claro, es imposible.

Se entiende entonces que Lima, como ciudad de colonia y mestizaje, tiene en su poeta a un buen representante del neo barroquismo, incluso, hermético.

Desde el acantilado veo el mar y el poeta se define obsesivamente, muta embriagado de enunciaciones sobre sí mismo y deja que su bestiario personal llene las pocas páginas con una poesía exacta y dadivosa.


Aguas oscuras del sueño: Seis poemas.

 

Del acantilado llegamos, de un discreto chapuzón, al líquido que es, según el poeta, su refugio.

Lugar donde se oculta el inconsciente colectivo de la humanidad, la sombra de los mitos, los enigmas de los viejos sabios.

El Leteo es el río negro que desemboca en estas aguas de ensueño (por lo que el simbolismo es altamente practicado).

El océano no es la única masa de agua en la que podemos ahogarnos. Las lagunas, los riachuelos, las lágrimas, la lluvia torrencial llevaran en astas cadáveres con la frecuencia de los versos.

Silbará el viento en los remolinos de la lengua que nombra ahora sus primeros referentes nacionales.

Dónde haya mar, limón y pez, habráceviche y la vida es hermosa pues precede la muerte y su secreto.

Dónde haya ríos habrá puentes y bajo ellos pordioseros recordando lo muerto, jugando con canicas.

Dónde la libertad anteceda al consumo Los Uros serán modelo y el mar ladrón tomará los sombreros, las pieles, las manzanas, los violines, las memorias del poeta llevando cada fragmento de tiempo al lector, que es en la fosa un jinete de hipocampos.

        

Sombras continuas: Seis poemas.


Si el lector a estas alturas ha muerto, junto al poeta que lo guardaba de caer en el acantilado, no hay opción alguna más que la de renacer.

Renacer desde huevos anfibios, coronarse rey tan pronto como uno re aprende a leer y mirar cuadros impresionistas en las letras que son nuevas ciudades.

Descansar, comer, armarse y ofrecer ojos a los ciegos para que ellos también puedan ver.


Lo posible es lo dicho, y no hay imposibles para lo dicho por la poesía.

Contrastar lo bello con la bella saturación bestial.

Cantar junto a la niña de los arrecifes y sus afluentes porque de lo contrario el poeta será negado y las púas marchitas regresarán al erizo.
Lima, la cura, el electro-verbo-shock, la lira delirante, el grito de roquedal.

La vergüenza del pordiosero que mastica flores en el parque municipal mientras masturba la hoja en blanco amando al amado por los dioses, el jovial ahogado.

 

Herbarium: Siete composiciones en miniatura.

 

Conclusión:

Poema que sólo existe al ser leído y por eso, cada hoja, cada hierba, en las manos del niño o del hombre, deben de ser coleccionadas en un tiempo adecuado para su plasticidad.

Poema que sólo existe al ser leído en silencio, frente a las aguas, bajo las sombras del árbol interminable y frondoso de la prosa poética.
Música e impresionismo.

(* O presumo que la hierba es un niño, el recién nacido de la vegetación- W. Whitman)

 

 

Willni Dávalos
Andahuaylas, 2016.

Willni Dávalos

(Cusco, 1988)

Psicólogo y poeta residente en Cusco. Ganador del "Premio Regional de Cultura" en la categoría de Poesía en español en 2007 organizado por el Ministerio de Cultura. Ha publicado "Ceros y Cruces" (2008) junto a Pardiez Editores, Antología Poética en Español 2007 (INC-2007) con "Poca Porno Pop", "astro degenerado en lumbre" (2011) en Guatemala con la editorial Catafixia, en la revista "Sieteculebras" (Cusco), en los webzines "Pterodáctilo" (Texas) y "Síncope en línea" (México), además en distintos fanzines de su localidad. Ha participado en el encuentro de poetas iberoamericanos "El Vértigo de los Aires" En Ciudad de México en 2009, en el congreso "Poesía e interculturalidad" en Santigago de Chile en 20111 y en el festival de poesía "Arequipay" en Arequipa  en 2013. Ha organizado el festival de poesía "Enero en la Palabra" realizado en Cusco 2011. 

 

 

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