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Judith Santopietro

Todopoderoso Viracocha,

Viracocha que está presente,

Viracocha, señor de todo

Dueño de la belleza del mundo,

Que ha creado todo diciendo:

"Que sea el hombre, que sea la mujer,

Y todos los frutos de la tierra",

¿Dónde te encuentras... en las nubes, en las sombras?

...Recibe esta ofrenda, dondequiera que estés,

¡Viracocha!

 

"Himno de las ofrendas", Anales Incas.

 

 

Madre Coqa

el éxtasis y la lejía

hoja secreta y juzgada

hoja que nos alimentas con tanta estirpe divina

tu sangre galopa por mis nervaduras

Coqa que lees el porvenir de un pueblo

atravesado por la luna y el rayo

Madre migrante en la frontera norte y sur    

polvo espléndido que se aspira

entre la luz intermitente de un bar oculto en la ciudad

también tus nombres reverberan bajo el sol

 en procesión equinoccial

kuka          coqa        cocaína       roca        Diosa blanca

Madre aniquilada en cada abismo del mundo    

hoja ofrenda y diluvio en la dictadura

que alivias la angustia por los desaparecidos   

aún los campamentos en pira inexorable

se tienden en El Prado

con mensajes de escritura temblorosa

Madre Coqa

Masacre de Todos los Santos

olor a sangre de los auquénidos

guerra del agua       

olor a sange de los olvidados       

guerra de los hidrocarburos aromáticos

efervescencia blancuzca en mi boca

espuma que se inhala como arena de salar     

tu polvo citadino erosiona la piel

enerva el dolor en la cabeza del esclavo 

ya no más asfixia dentro de las minas 

Madre Coqa   

molécula carbonatada  

las palabras te forjan distinta

burbujean blanquecinas en mis labios

coquear    pijchar    acullicar

adormilar la sangre  y el cordón umbilical  

Hoja exhausta

enséñanos la savia de tu cuerpo

madre de los alcaloides verdes

gloriosa pasta de coca.

 

 

 

 

 

 

 

Inti Punku o de los primeros rituales

 

 

Es la estría de mi lengua  

una serpiente que se arrastra entre la seca pampa

                               hiere la franja de una luz aguda

 

es el Sol nervadura que reposa sobre piedras fatigadas

que platina cumbres y otros lagos

 

Desnuda en la orilla de los Andes

con la carne palpitando   tundra 

               sofocante cúmulo de bronce y óxido

observo desde un monte

por el espectro de mi ojo ácido

 

 

Inti Punku      o la puerta fundida en jugos vegetales

del bronce acre    al granito cuárzico

        de la andesita virgen    al basalto negro

        de la cantera líquida    al gres rojo  y  el azufre sideral

 

 

Es el ascenso de este amor espléndido

que acontece un  mediodía

cuando el azogue es sangre

y mi sangre  la vasija donde crece un nido

poblado de toda advocación y sus serpientes

donde emana el incienso  y la semilla 

 

en los primeros rituales nombro

     mesa de las ofrendas

                                             lana pigmentada de las llamas

     diminutas flores en el rito

                                             chispas del alcohol absoluto que se encienden

 

tú convocas

     Ekeko    señor voluptuoso y amargo

                         su falo puntiagudo   que se enreda en los billetes falsos

     un rayo a cuestas    

                                 señor de la joroba      de la abundancia  erótica

 

 

En los primeros rituales el Cóndor canta

luego se quiebra en cada en rostro crifrado

en el frontispicio de esta Puerta en Sol

 

Pronuncio este vocablo humilde

que seduce a la primera lluvia de septiembre

                                                                       su savia intensa escurre en diminutos copos

orina inesperada de los dioses

es la tormenta de los cuatro tiempos

el diluvio andino se evapora.

Desciendo Tiawanaku

en el tiempo de su ch´alla

ofrenda que navega por los ríos del altiplano

 

 

 

Desciendo Tiawanaku

y en la ciudad un anciano pide la lluvia exuberante con su tarka

el sonido triste y cavernoso de esa flauta gotea

desde una calle sucia

hasta este paraje estercolado de los hombres.

© Textos pertenecientes a Tiawanaku. poemas de la madre coqa, Hanan Harawi Editores, Perú, 2017.
© Fotografías : Judith Santopietro.
Judith Santopietro
México, 1983)
Poeta e investigadora. Premio Nacional de Poesía Lázara Meldiú 2014. Ha publicado en el Anuario de Poesía Mexicana 2006, Fondo de Cultura Económica; Antología del Festival Latinoamericano de Poesía Ciudad de Nueva York (2014). Autora de los libros Palabras de Agua, Conaculta-Instituto Veracruzano de Cultura-Praxis, México (2010) y Tiawanaku. Poemas de la Madre Coqa. Participó en la XXX y XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (México); III y IV Recital Chilango-Andaluz (México-Sevilla, España); Festival de Poesía Latinoamericana Rodante LATINALE, (Berlín, Osnabrück, Alemania, 2010/ 2015). Ha realizado investigaciones de literatura latinoamericana y mesoamericana en la UNAM, la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Leiden en Holanda. Dirigió Revista, Radio nómada y Editorial Cartonera Iguanazul (2005-2016), un proyecto para revitalizar las lenguas mexicanas a través del arte, la literatura y la tradición oral. Actualmente, investiga y escribe sobre narrativas de migración entre las comunidades indígenas en la ciudad de Nueva York.

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